Los estudiantes que terminan sus estudios universitarios en la actualidad permanecerán en el mercado laboral, al menos, hasta la década del año 2050. Los nuevos conocimientos que tendrán que adquirir y utilizar hasta entonces son absolutamente impredecibles, pero con toda seguridad serán muchos más y más amplios de los que adquieran durante sus estudios de Grado o Master. Esto explica y justifica la importancia de desarrollar, durante la etapa universitaria, las capacidades de aprendizaje –“aprender a aprender”– de las materias y disciplinas de su titulación.
El objetivo principal del taller es que los profesores participantes desarrollen conocimientos y habilidades para poder ayudar a sus alumnos a aprender la materia que enseña y además desarrollar las capacidades para el aprendizaje autónomo de esa materia.
Este objetivo deriva del Real Decreto 1393/2007, de 29 de octubre, por el que se establece la ordenación de las enseñanzas universitarias oficiales. En el ANEXO I, SECCIÓN3, prescribe que se garantizarán en todas las titulaciones, como mínimo, un conjunto de cinco competencias básicas.
En el caso del Grado, la quinta de estas competencias requiere “que los estudiantes hayan desarrollado aquellas habilidades de aprendizaje necesarias para emprender estudios posteriores con un alto grado de autonomía”.
En el caso del Máster, requiere “que los estudiantes posean las habilidades de aprendizaje que les permitan continuar estudiando de un modo que habrá de ser en gran medida autodirigido o autónomo”.
Esta competencia –aprender de modo autónomo, sin la ayuda o guía de un profesor o tutor- se configura mediante conocimientos teóricos, conocimientos procedimentales –métodos de aprendizaje- y estrategias de aprendizaje que proporcionan la capacidad funcional de aprender. Aunque parte de estos componentes de la competencia tienen carácter general, sin embargo, la competencia para aprender una materia o disciplina, tiene carácter básicamente específico, por lo tanto, debe de ser desarrollada conjuntamente con el aprendizaje del contenido de esa materia.
Aprender a aprender es retador y motivador para el estudiante y nada resulta más estimulante para un profesor observar que, enseñando a aprender a sus alumnos, estos muestran interés, participan en clase, se esfuerzan y aprenden. Esto hace la tarea docente valiosa y gratificante.